CONSUMO DE PESCADO EN POBLACIONES SENSIBLES

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CONSUMO DE PESCADO EN POBLACIONES SENSIBLES

Tanto la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, como la Comisión Europea, emitieron recomendaciones de consumo de pescado para los grupos más vulnerables de población (mujeres en edad fértil, embarazadas o en período de lactancia y niños), que sirvieron de base a la Agencia Española de Consumo y Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) para publicar en su web una nota informativa sobre mercurio y metilmercurio en productos pesqueros.
En el informe aprobado por el Comité Científico de la AECOSAN, se estimó que las mujeres embarazadas (60kg.) si ingerían 100 gr. de pez espada a la semana superarían la ingesta máxima tolerable de metilmercurio, mientras que los niños de entre 7-12 años (35 Kg.) podrían consumir sólo 50 gr. y ningún otro tipo de pescado grande en esa misma semana.
La toxicidad del mercurio depende de su forma química, tipo y dosis de exposición y edad del consumidor. Su forma orgánica (metilmercurio) posee una elevada toxicidad, se disuelve fácilmente en la grasa y atraviesa la barrera hematoencefálica y la placenta pudiendo provocar alteraciones en el desarrollo neuronal del feto y en niños de corta edad. Se encuentra mayoritariamente en pescados y mariscos, donde puede llegar a representar más del 90% del mercurio total.
Por otro lado, sabemos que los ácidos grasos omega-3 son esenciales para el crecimiento y el desarrollo humano, ya que están presentes en las membranas celulares. El aporte de ácidos grasos omega-3 (ácido docosahexanoico DHA) durante el embarazo, la lactancia y la primera infancia se revela clave tanto para el correcto desarrollo de la visión como del tejido neuronal cerebral del niño.
En términos de beneficio-riesgo la AECOSAN considera que el pescado es, dentro de alimentación saludable, una parte importante de la dieta: presencia de aminoácidos esenciales en cantidad adecuada, escasez de grasas saturadas y elevada proporción de (DHA) y de vitaminas A, D, E, B6 y B12.
Sin embargo, se ha recomendado precaución a ciertos grupos de población (mujeres embarazadas o que puedan llegar a estarlo, mujeres en fase de lactancia y a niños de entre 1 y 30 meses), a los que se recomienda evitar consumir las especies más contaminadas (pez espada, tiburón, atún rojo y lucio), y a limitar su consumo entre 50 y 100 gr./semana (niños entre 30 meses y 12 años).
El debate está en los foros de nutrición y salud desde hace años y, con mensajes contradictorios. Aunque el vínculo entre la ingesta de pescado y los problemas de desarrollo en la infancia nunca se ha demostrado de manera concluyente, sin embargo, sí que está demostrado el beneficio de los ácidos grasos para el desarrollo del cerebro y de los ojos. Por ello se presenta una nueva tesis: que su riqueza en omega-3 podría compensar sus peligros, es decir, hasta qué punto las ventajas superan los riesgos de consumir pescado azul en el embarazo.

Nota. este artículo fue publicado en el suplemento “Málaga en la Mesa” del Diario SUR el 13/02/2016 y puedes acceder en el siguiente enlace: http://www.malagaenlamesa.com/noticias/201602/17/pescado-consumo-seguro-20160217192842.html

Angel Manuel Caracuel García

De Marbella (con Rh de varias generaciones) pero con residencia de más de 20 años en Antequera. Doctor en Veterinaria (Universidad de Córdoba), y Experto Universitario en Gestión de Seguridad Alimentaria (EASP y Universidad de Granada). Mi carrera profesional la comencé trabajando en clínica de pequeños animales en "Vetéritas" y posteriormente en asesoría alimentaria en el "Laboratorio Agroalimentario Torcalidad", y desde mayo de 2000 y hasta la fecha, trabajo como Veterinario Bromatólogo en el Hospital Regional Universitario de Málaga (Servicio Andaluz de Salud). Académico de Número de la Real Academia de Ciencias Veterinarias de Andalucía Oriental desde 2000, y Coordinador del Grupo de Estudios de “Normalización en Alimentación Hospitalaria” GENAH de la SANCYD desde 2010. Colaboro asiduamente en el suplemento gastronómico del diario SUR, "Málaga en la Mesa", y en la revista "Restauración Colectiva".