SOSTENIBILIDAD Y PRODUCCIÓN DE ALIMENTOS. CUESTIÓN DE CRITERIO

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SOSTENIBILIDAD Y PRODUCCIÓN DE ALIMENTOS. CUESTIÓN DE CRITERIO

Cada vez los consumidores quieren saber más, no solo de donde se producen sus alimentos, sino como se producen. La presencia de comida ecológica y huevos de gallinas no enjauladas en los supermercados, o pollo criado sin antibióticos, es la forma en la que los supermercados intentan aprovechar esta inquietud creciente, pero no son necesariamente la solución.
En la Unión Europea también hay una reflexión sobre el futuro de la producción de alimentos, el controlde los mismos etc. La discusión del presupuesto de la nueva PAC, política agrícola común impulsan este tipo de reflexiones. Pero lejos de ser una discusión lejana, allí en Bruselas, es algo muy cercano al consumidor y donde sus decisiones de compra van también a afectar al fututo de la producción de alimentos.
Se plantean diferentes escenarios posibles, que serán los ingredientes del futuro de la producción de los alimentos que nos comeremos:
– La globalización, importando y exportando comida por parte de grandes compañías multinacionales que viaja por todo el planeta como materias primas o alimentos procesados, en mayor o menor grado.
– La posibilidad de “fabricar” comida en laboratorios, carne, proteínas, suplementos o alimentos que se adapten a una dieta supuestamente personalizada y saludable o funcional, etc..
– La producción local y de cercanía, con huertos urbanos y población rural más arraigada.
Todos estos escenarios estarán de una forma u otra, presentes en un futuro, aunque no sabemos en qué porcentaje serán responsables de nuestra dieta.
Los consumidores tenemos la libertad y la responsabilidad de, con nuestras decisiones de compra, hacer que la oferta varíe, e influir en el futuro de la producción de alimentos.
En todo este contexto se habla bastante de sostenibilidadde la producción de alimentos, pero la sostenibilidad no es un concepto absoluto, es mejor hablar de criterios de sostenibilidad, ya que nada es sostenible o no sostenible. Toda nuestra actividad, no solo de producción de alimentos sino todo lo que hacemos tiene un impacto sobre el medioambiente, la economía y la sociedad.
Por un lado hay que tener en cuenta que la sostenibilidad no es solo el impacto ambiental, sino que la sostenibilidad debe ser tenida en cuenta con tres pilares, sostenibilidad medioambiental, social y económica. De nada sirve una producción muy respetuosa con el medioambiente si el precio de los productos es imposible de pagar, o una sostenibilidad económica, con comida muy barata que se base en la anulación de los derechos laborales de los trabajadores o basada solo en la importación y que tenga como consecuencia el abandono de las zonas rurales, así como la dependencia de terceros países para el suministro de una parte importante de nuestros alimentos.
Si nos centramos en la parte mas medioambiental, toda nuestra actividad tiene un impacto ambiental, y la producción de alimentos también lo tiene. Con frecuencia la información que se da a los consumidores es sesgada y simplista. Comer menos carne porque los animales contaminan y producen gases de efecto invernadero. Mejor tomarnos una ensalada cuyo envase abulta y pesa casi tanto como la propia ensalada. ¿Es realmente una opción con un menor impacto ambiental?
¿O sustituir la carne por soja que viene en barco desde Argentina o EEUU produce menos gases de efecto invernadero? ¿Es mejor para el planeta? Habría que calcularlo, pero desde luego no parece tan claro. Lo será mientras que también le demos soja a los animales de abasto, en vez de que utilicen pastos, subproductos.
No toda la producción de carne tiene el mismo impacto, ni todas las especies ni todas las formas de producción. Diferentes métodos de producción de carne, como el uso de pastos en la producción extensiva y la cría de razas autóctonas, menos productivas, pero con menor necesidad de inputs por estar más adaptadas al medio, produce un menor impacto ambiental. Más aún la presencia de animales en el campo limpia y desbroza previniendo los incendios. ¿Podemos entonces considerar toda la producción de carne igual de contaminante y con el mismo impacto?
La producción ecología parece, en principio, una buena solución y en gran medida lo es, menos inputs, abonos naturales que favorecen la reutilización de recursos. Peor tampoco aquí todo es blanco o negro. Su impacto en el medioambiental y si utiliza o no más recursos que la convencional depende mucho de en qué producto nos fijemos y en qué tipo de impacto lo calculemos, uso de agua, uso de la tierra, gases de efecto invernadero etc… Este estudio https://ourworldindata.org/is-organic-agriculture-better-for-the-environment publicado recientemente aporta datos interesantes sobre este tema, al menos para la reflexión.
Desde luego no es fácil, los consumidores sabemos poco o nada de como se producen en la actualidad los alimentos que consumimos, con frecuencia lo poco que se sabe va ligado a noticias negativas o crisis y eso nos hace más manipulables.
Pero también es cierto que con nuestras decisiones de compra somos mucho mas poderoso de lo que creemos. Podemos hacer cambiar el mercado eligiendo un tipo de productos u otros, y podemos decidir que queremos que se produzca o al menos debemos intentarlo. O eligiendo un tipo de comercios u otros, comprar local, comprar cercano, en establecimientos tradicionales o en grandes cadenas.
Nuestra dieta no es adecuada, muchos estudios lo ponen de manifiesto. Comemos más de lo que deberíamos, sobre todo de algunos alimentos. Quizás debemos aprender a comer diferente, o reaprender, ya que la dieta de los españoles hace 30 años era mucho mejor que ahora, y sobre todo mejor, eligiendo bien lo que comemos, elegir productos de calidad, nutritiva pero también teniendo en cuenta como se han producido, porque en buena medida el futuro de la alimentación y de la producción de alimentos puede depender de lo que nosotros decidamos comprar.
Los consumidores queremos saber cómo y de dónde vienen los alimentos pero esa información debe servirnos para tomar mejores decisiones, no solo por pura curiosidad.

Gemma Trigueros Segura

Coordinadora de Alimentación en OCU. Licenciada en Veterinaria por la UCM en la especialidad de Bromatología. Después de una breve pero intensa incursión en la investigación, de la que aprendí un poco de ciencia y mucho de la vida y del trabajo llegue a la Organización de Consumidores y Usuarios en 1994, desde entonces realizo allí estudios comparativos de alimentos, informes sobre temas de seguridad alimentaria, calidad de los alimentos, etiquetado e información al consumidor. También he tenido la oportunidad de representar los intereses de los consumidores en diferentes foros nacionales y europeos e ir siguiendo y a veces participando en el desarrollo de la legislación alimentaria. Soy representante del CCU en el Consejo Consultivo de AECOSAN, miembro del Food Group del BEUC (Oficina europea de los Consumidores), y de ICRT ( Intenrational Consumer Testing and Research) y del Comité Consultivo del COI (Consejo Oleícola internacional).