HOSPITAL TRES ESTRELLAS

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HOSPITAL TRES ESTRELLAS

La alimentación hospitalaria se caracteriza porque afecta a la salud de los pacientes, ya que una inadecuada alimentación empeora el pronóstico.

Por motivos que no vienen al caso tuve que estar ingresado recientemente en el hospital en el que trabajo, el Regional Universitario de Málaga (el ‘Carlos Haya’ de toda la vida). Como saben, soy endocrino y, entre otras funciones, en el hospital nos encargamos de elaborar el código de dietas hospitalario junto con el servicio de Alimentación. Además, nuestro bromatólogo de la Unidad de Endocrinología y Nutrición controla la calidad de la materia prima con la que se elaboran los platos y su inocuidad (seguridad para el consumidor) desde su preparación hasta que el paciente lo recibe en planta.
La alimentación hospitalaria se caracteriza porque afecta a la salud de los pacientes, ya que una inadecuada alimentación empeora el pronóstico (mayores complicaciones); porque es el segundo factor en importancia a la hora de valorar la calidad asistencial por parte de los enfermos y sus acompañantes (después de la atención-amabilidad del personal sanitario); y porque el presupuesto del servicio de alimentación oscila entre el 6 y el 10% del global del centro.
Hay que reconocer que la comida de hospital siempre ha tenido mala fama. El ambiente no es el idóneo, los platos no están elaborados por nuestros familiares, generalmente están poco condimentados y, como es lógico, tienen menos variedad que en un domicilio o restaurante. Por otro lado, en un alto porcentaje las dietas son terapéuticas: cambian la textura de los alimentos, restringen energía o nutrientes (grasas, proteínas, azúcares, sal…) por lo que son menos apetecibles que en casa.
A esto se le une que los pacientes están, por definición, enfermos, por lo que combinan con mucha frecuencia pocas ganas de comer, dolor, ansiedad y problemas gastrointestinales (nauseas, vómitos, diarreas, etc.).
Desde hace tiempo realizamos encuestas de satisfacción a los pacientes: en el año 2001 solo el 21% de los encuestados refería que la comida les llegaba caliente y un porcentaje igual se quejaba de cómo estaban elaborados los platos y de su presentación.
A día de hoy solo el 9% de los pacientes se queja de la temperatura y el 6% de la presentación, como fruto de un trabajo continuado de mejora tanto a nivel tecnológico (con procesos novedosos de retermalización de los platos) como de implicación de los profesionales de restauración.
A mí la comida me llegó caliente, bien presentada y sabrosa. Lo dicho, un hospital de 3 estrellas.

 

Nota. este artículo fue publicado en el suplemento “Málaga en la Mesa” del Diario SUR el 9/05/2016 y puedes acceder en el siguiente enlace: http://www.malagaenlamesa.com/noticias/201603/01/hospital-tres-estrellas-20160301170803.html

Gabriel Olveira Fuster

Especialista en Endocrinología y Nutrición y ejerce su labor asistencial en la Unidad de Gestión Clínica de Endocrinología y Nutrición del Hospital Regional Universitario de Málaga como Jefe de Sección. Es profesor asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Málaga e investigador del Instituto de investigación Biomédica de Málaga. Tanto su actividad asistencial, en el hospital, como sus trabajos de investigación están relacionados principalmente con la Nutrición Clínica y Dietética y la Diabetología. Ha publicado libros y artículos científicos en revistas especializadas en este campo.  Colabora como articulista para “Málaga en la Mesa” del Diario Sur en temas de divulgación sobre Nutrición.