EL HELADO DE MAS

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EL HELADO DE MAS

Antes de la famosa “no consulta” del 9 N, los partidarios del sí hicieron campaña con un anuncio que rezaba “quiero un país donde haya helado de postre todos los días”.
A la mayoría de las personas le gustan los helados, especialmente en verano, y como cualquier alimento, pueden formar parte de una dieta equilibrada, si se consumen con moderación. Los que están hechos a base de leche (especialmente los artesanos) aportan los beneficios de los lácteos (agua, vitaminas, minerales, algo de proteínas, grasas e hidratos de carbono –lactosa-), pero también, sus posibles defectos (su contenido en grasas saturadas y azúcares añadidos) que, en función de la cantidad ingerida, pueden mover el fiel de la balanza hacia el exceso de calorías no saludables. Además, en el caso de los comerciales (de esos que venden en los kioscos y grandes almacenes), es raro que no contengan cantidades mayores de grasas vegetales (coco o palma) o animales (añadidas a las propias de la leche) por lo que pueden ser menos adecuados. Los helados tipo sorbetes, que están fabricados con agua y azúcar, tienen de bueno su capacidad para hidratar pero, también, podrían sumar demasiadas calorías diarias si nos pasamos de dosis.
Cuando los postres, de cualquier tipo (llámense helados, dulces, natillas, flanes, arroz con leche …) sustituyen diariamente a la fruta restamos oportunidades de completar una dieta saludable. Las frutas son una fuente importante de vitaminas, minerales (destaca el potasio, que baja la tensión arterial), fibra (que reduce el colesterol, la glucemia y favorece el funcionamiento de los intestinos) y otros compuestos bioactivos que, aun no siendo esenciales, tienen efectos significativos sobre el estado de salud (flavonoides, cumarinas, fitatos, carotenos, fitosteroles, tocotrienoles…). Todo ello con el beneficio añadido de aportar muy pocas calorías (a diferencia de los otros tipos de postres).
El anuncio independentista, no especificaba si el helado se tomaría de postre tras el desayuno, almuerzo, merienda y cena pero, en cualquier caso, no me parece que sea la mejor forma de educar a los futuros ciudadanos del “nuevo país” que tanto anhelan. Los profesionales de la nutrición independentistas deberían haber asesorado mejor a sus dirigentes promoviendo el consumo diario de tres piezas de fruta, como recomiendan las guías alimentarias, y dejando los helados de postre para los niños “españoles”. Por favor, eviten la demagogia y no enreden con ese “helado de Mas”.

Gabriel Olveira Fuster

Especialista en Endocrinología y Nutrición y ejerce su labor asistencial en la Unidad de Gestión Clínica de Endocrinología y Nutrición del Hospital Regional Universitario de Málaga como Jefe de Sección. Es profesor asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Málaga e investigador del Instituto de investigación Biomédica de Málaga. Tanto su actividad asistencial, en el hospital, como sus trabajos de investigación están relacionados principalmente con la Nutrición Clínica y Dietética y la Diabetología. Ha publicado libros y artículos científicos en revistas especializadas en este campo.  Colabora como articulista para “Málaga en la Mesa” del Diario Sur en temas de divulgación sobre Nutrición.